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Caso Práctico

En este artículo vamos a ver un caso práctico de utilización de un vehículo híbrido.

El vehículo

El vehículo elegido es un Mercedes GLC 300e Coupé. Dispone de un motor de gasóleo de 200 CV de potencia y un motor eléctrico de 90 CV de potencia. La batería es de Litio y dispone de una capacidad de 13 KWh, en principio, válida para recorrer más de 50 Km.

Como todos los coches alemanes, la distribución de energía, se realiza de una manera mecánica. La caja de cambios recibe energía mecánica de los motores y la distribuye de una manera mecanica hacia las ruedas. En caso de frenada, la caja de cambios envía la fuerza de las ruedas hacia el motor eléctrico en modo generador. Evidentemente es una caja de cambios automática.

Este mecanismo es más agradable para el conductor ya que evita la mala sensación que dan los híbridos que distribuyen la energía de una manera electrica. En este tipo de híbridos, al no conectar el motor térmico a las ruedas, muchas veces el motor térmico gira a elevadas revoluciones sin que eso se traduzca en una acelaración importante. La razón de la utilización de esta tecnología es económica. Suprimen un caja de cambios automática bastante cara.

Esta sensación es la que produce más rechazo a la hora de adoptar la tecnología híbrida. A veces parece que llevamos más un barco que un coche. Como hemos dicho, esto no se produce en el modelo seleccionado.

Modos de funcionamiento

El funcionamiento de la caja de cambios es fantástico por lo que no hay que preocuparse de ninguna manera de las marchas. Mediante un selector de modos de funcionamiento le indicamos al vehículo que es lo que esperamos de él a efectos de consumo de energía. En todos los modos se dispone de suficiente potencia para ir a la velocidad que queramos.

Modo Confort

Es el modo por defecto. Utilizará el motor eléctrico siempre que haya energía en la batería. En caso de agotamiento de la batería o de necesitar más potencia, encenderá el motor térmico. En resumen, prioridad al uso eléctrico y motor térmico si es necesario. Normalmente, si hay energía en la batería, el motor térmico se conecta raramente.

Modo eléctrico

Es como el modo confort pero si permitir la entrada del motor térmico por mucho que pisemos el acelerador. Es interesante porque, en el modo confort, la entrada del motor térmico es muy brusca, con este modo impedimos que entre y, si se agota la batería, pasa automáticamente al modo confort.

Modo Sport

El motor térmico está permanentemente encendido. La energía de las frenandas y de las retenciones recarga la batería. En este modo la batería, lentamente, se va recargando hasta su llenado total. En caso de necesitar mucha potencia el motor eléctrico ayuda al motor térmico, pero hablamos de mucha potencia, lo normal es que no actúe el motor eléctrico.

Modo Battery Level

Este modo es bastante interesante. Intenta imitar a los híbridos no enchufables. Apaga el motor térmico en frenadas y retenciones, así como movimientos con poca potencia como atascos y garajes. Cuando ya queremos acelerar conecta el motor térmico para no gastar demasiado la batería. Con ello conseguimos funcionar en modo eléctrico en muchos más casos de los que nos esperamos gastando prácticamente la energía que se recupera durante la frenada o las retenciones.

Debemos tener en cuenta que, en invierno, la calefacción sale del motor térmico. Solo tendremos calefacción en los modos Sport y Battery Level. En los modos eléctrico y confort deberemos conectar los asientos calefactables que, evidentemente, tienen un consumo eléctrico adicional. Los asientos calefactables son un básico en cualquier coche híbrido o eléctrico.

Consumo

Para evaluar el consumo utilizaremos el propio ordenador del coche midiendo el consumo desde el inicio del trayecto. La información mostrará tanto los kilómetros recorridos como el consumo tanto en gasóleo como eléctrico.

La información mostrada indica que se han recorrido 131 Km. 100 Km con el motor térmico encendido y 31 Km con el motor térmico apagado. El consumo, tanto eléctrico (KWh/100Km) como de gasóleo (l/100Km), se muestra para los 131 Km. Por ejemplo, el consumo eléctrico, ha sido de 7.6 KWh en los 31 Km recorridos en modo eco, pero se asigna a los 131 Km del recorrido total dando un consumo eléctrico de 5.8 KWh a los 100 Km.

En cualquier caso nos centraremos sobre los consumos puro eléctricos que son los que aportan más información y también serían equivalentes en un coche puro eléctrico.

Recorridos cortos

Se puede ver que, el consumo, esta más cerca de los 40 KWh/100 Km incluso superandolo en trayectos muy cortos. Esto es, en cierto modo, esperable, ya que ocurre lo mismo en un coche de combustión.

Recorridos de 10 a 30 Km

Como es de esperar, el consumo, es más estable y no depende de la distancia. Si que se observan diferencias pero son más debido a la temperatura. Las pruebas se han realizado en invierno y, la necesidad de calentar el habitáculo, influye bastante en el consumo.

Conclusión

Aunque, el consumo eléctrico homologado, es de 20 KWh / 100 Km, se observa que, los consumos reales, pueden ser hasta 10 KWh más por cada 100 Km. Se ha buscado una utilización normal a velocidades «legales» y acelerando normalmente. También se ha hecho la prueba en invierno con una temperatura interior del habitáculo de 22 ºC.

La conclusión es que, aunque podemos encontrar escenarios mejores (verano, carretera a velocidad constante, etc). Si queremos utilizar nuestro vehículo eléctrico de manera normal, sin una especial atención al consumo, debemos considerar un consumo de 30 KWh / 100 Km de cara a calcular con seguridad la autonomía real de nuestra batería.

Punto de carga

Uno de lo elementos más importantes de un coche eléctrico no está precisamente en él mismo. Así como los coches normales necesitan gasolineras los coches eléctricos necesitan puntos de recarga.

Por sus propias características las gasolineras tradicionales no son las más adecuadas para añadir puntos de recarga para los coches eléctricos. Una gasolinera contempla que los coches estén en ellas unos cuantos minutos conectados al surtidor. Incluso en el mejor de los casos un coche eléctrico debe estar conectado un mínimo de media hora para conseguir una carga aceptable de su batería.  

En esta página veremos cuales son las distintas opciones de las que disponemos.

Puntos de recarga

Cada vez más se está estandarizando el conector de estos puntos de recarga. El conector que se está imponiendo es el conector Mennekes que es el utilizado por marcas tan importantes como BMW, Tesla, Renault, Mercedes, Volkswagen, etc.

Actualmente se utiliza la versión 2 de este conector. Este conector no solo permite una carga de hasta 50 KW si no también la comunicación entre el punto de recarga y el coche eléctrico. Esto permite al coche conocer la máxima potencia que le puede suministrar el punto de recarga y negociar la carga óptima.

Tiempo de recarga

Para calcular el tiempo que necesitamos para cargar nuestro coche debemos saber primero cuanto gasta. Aunque varía de un modelo a otro podemos considerar que un coche eléctrico gasta 20 KWh por cada 100 Km. Por lo tanto, si nuestro punto de recarga es de 5 KW necesitaremos 4 horas de recarga por cada 100 Km de autonomía.

Considerando el valor máximo de un conector Mennekes (50 KW) se necesitará 24 minutos (0,4 horas) por cada 100 Km de autonomía. A este ritmo normalmente solo se puede cargar el 80% de la batería. El ritmo de carga de una batería debe reducirse según se acerca la carga al 100% ya que, de otra manera, podría explotar.

50 KW es una potencia eléctrica bastante alta que exige una instalación industrial. Esto encarece no solo la instalación si no también el pago mensual que nos cobra la compañía eléctrica por la potencia contratada. La potencia más habitual que nos encontraremos será de menos de 10 KW. Con este valor necesitaremos 2 horas por cada 100 Km de autonomía.

Por lo tanto, como podemos ver que, el principal problema, es el tiempo que nuestro coche debe estar conectado al punto de recarga.

Puntos de recarga públicos

Esta será la opción para la inmensa mayoría de las personas. No todo el mundo dispone de un garaje en propiedad y la mayoría de las personas necesitará conectar su vehículo a un punto de recarga público. También será la solución cuando nos encontremos de vacaciones lejos de nuestra casa.

De pago

Estos puntos de carga están muy ligados al interés de los ayuntamientos ya que suelen estar situados en la vía pública o en edificios públicos. El sistema de pago suele estar patrocinado por estos ayuntamientos, aunque también suele haber convenios con empresas privadas que son las que lo gestionan.

Estos puntos de recarga suelen tener una potencia bastante alta de hasta 22 KW lo que permite cargar nuestro coche en menos de 1 hora por cada 100 Km de autonomía. Por el contrario, el precio suele oscilar entre 0,2 € y 0,5 € por cada KWh. En el mejor de los casos pagaremos 4 € para recorrer 100 Km lo cual sigue siendo un precio bastante aceptable. Si pagamos 0,5 €/kWh necesitaremos 10 € para recorrer estos mismo 100 Km, lo que nos pondría al mismo nivel que muchos vehículos de combustión.

Garajes públicos

Como parte del servicio los garajes públicos están ofreciendo puntos de recarga en algunas de sus plazas de aparcamiento. Normalmente es un servicio que se paga aparte, no está incluido en el servicio de aparcamiento. El funcionamiento suele ser el mismo que el de un punto de recarga público.

Gratuitos

Suelen estar ligados a centros comerciales, restaurantes, hoteles, etc. Como valor añadido se ofrecen puntos de recarga gratuitos disponibles para sus clientes. Normalmente suelen tener una potencia de 3,6 KW por lo que necesitaremos 5 horas y media por cada 100 Km de autonomía.

En algunos centros comerciales estos puntos de recarga están patrocinados por empresas automovilísticas que decoran el punto de recarga con sus logotipos. Este patrocinio se suele traducir en puntos de recarga con más potencia que puede llegar a 11 KW, o sea, algo menos de 2 horas por cada 100 Km de autonomía.

Puntos de carga en el hogar

Es la solución más cómoda, aunque obliga a tener un garaje en propiedad. Este garaje es el lugar donde nuestro coche eléctrico estará la mayoría del tiempo permitiendo una total carga de la batería. Tendremos nuestro coche siempre cargado y listo con toda su autonomía disponible.

Estos puntos de recarga no suelen ser de carga rápida. Por un lado, un sistema de carga rápida exige una instalación industrial que suele salir bastante cara. Por otro lado, una carga más lenta es menos estresante para la batería y permite un llenado total.

Los sistemas más habituales suelen tener una potencia entre 3,6 KW y 7,2 KW lo que permite una recarga entre al menos de 3 horas (7,2 KW) y 5 horas y media (3,6 KW) por cada 100 Km de autonomía.

El coste suele estar entre 0,10 €/KWh y 0,15 €/KWh aunque, una opción que suelen ofrecer las compañías eléctricas, es una tarifa superreducida nocturna que suele ser de menos de 0,05 € por KWh. Recargando nuestro coche por las noches, con este precio, recorrer 100 Km nos costaría solamente 1 euro. Este precio es totalmente imbatible por cualquier otro medio de transporte, eso sí, sin contar el coste fijo que nos cobra la compañía eléctrica que es proporcional a la potencia contratada.

Coche Híbrido

Así como los coches totalmente eléctricos todavía son un porcentaje pequeño en nuestras carreteras, esto no es así con los vehículos híbridos. En algunas ciudades un porcentaje muy alto de taxistas utilizan este tipo de vehículos. Por lo tanto podemos suponer que hay un interés puramente económico al margen de otros condicionantes ecológicos o de interés por las nuevas tecnologías.

¿Cual es la ventaja principal de un coche híbrido? La principal ventaja es que utiliza la energía de la frenada para generar energía eléctrica y la almacena en una batería. Esa energía es reutilizada para arrancar de nuevo por lo que el motor de combustión solo tiene que funcionar de vez en cuando para completar las pérdidas de energía.

Esquema básico coche híbrido Sigue leyendo

Balance Económico

Es muy habitual oir comentarios o incluso artículos transmitiendo la idea de que los coches eléctricos no evolucionan porque hay lobbys o grupos de presión (petroleras, fabricantes de automóviles, etc) interesados en que el coche eléctrico no tenga éxito. Los medios transmiten también la idea de que el coche eléctrico es algo inminente y que será un boom en cuanto se solventen algunos pequeños problemas.

En esta página intentaremos desmontar estas ideas y hacer un balance objetivo de los pros y los contras del vehículo eléctrico desde un punto de vista económico.

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Vamos a considerar que el coche eléctrico es algo ya generalizado y no hay un coste adicional por ser una tecnología nueva. En ese caso costaría igual que uno de gasolina o gasoil y no sería un factor para decidirnos entre uno y otro. Entonces, vamos a ver cuanto consumen uno y otro. Sigue leyendo

Coche Eléctrico

Balance Económico

Es muy habitual oir comentarios o incluso artículos transmitiendo la idea de que los coches eléctricos no evolucionan porque hay lobbys o grupos de presión (petroleras, fabricantes de automóviles, etc) interesados en que el coche eléctrico no tenga éxito. Los medios transmiten también la idea de que el coche eléctrico es algo inminente y que será un boom en cuanto se solventen algunos pequeños problemas.

En esta página intentaremos desmontar estas ideas y hacer un balance objetivo de los pros y los contras del vehículo eléctrico desde un punto de vista económico.

Coche Híbrido

Así como los coches totalmente eléctricos no dejan de ser algo “exótico” en nuestras carreteras esto no es así con los vehículos híbridos. En algunas ciudades un porcentaje muy alto de taxistas utilizan este tipo de vehículos. Por lo tanto podemos suponer que hay un interés puramente económico al margen de otros condicionantes ecológicos o de interés por las nuevas tecnologías.

Punto de recarga

Es uno de los elementos más importantes para nuestro vehículo eléctrico. De hecho nuestro vehículo estará más tiempo conectado a ellos que funcionando. Por lo tanto debemos tenerlo en muy en cuenta para que nuestro vehículo eléctrico sea realmente rentable y que esté siempre disponible con su batería cargada.